El Nidal
Espacio de Juego y Movimiento para bebés (de 6 a 30 meses)
Trabajamos con grupos muy reducidos para poder asistir individualmente el desarrollo y las necesidades, de manera que cada bebé pueda llevar a cabo de manera espontánea, autónoma y segura su propio Juego.
Ofrecemos también un espacio independiente para que mamás, papás y acompañantes, cerca de sus bebés y disponibles para ellos en todo momento, puedan relajarse, compartir, leer, etc.
Horario:
Miércoles, jueves y viernes, de 11:00 a 13:00 horas
Miércoles, de 17:00 a 18:45 horas
El Juego
La curiosidad y la exploración constantes son intrínsecas al desarrollo vital. Decimos que un bebé, sano y consciente, juega cuando manipula, tantea, indaga y descubre por sí mismo, involucrándose en ello en cuerpo y alma. Más que una actividad determinada, el Juego es un estado integral de aprendizaje y conocimiento.
Nuestro concepto de Juego en El Nidal parte de esta premisa y del respeto profundo a los diferentes ritmos de cada bebé. La mayor parte de los materiales que ponemos a su disposición son sencillos y orgánicos (madera, lana, arena…) que pueden usar de manera autónoma y sin peligro.
Las personas que asistimos no dirigimos el Juego, no mostramos lo que hay que hacer y sobretodo, no establecemos juicios sobre él, sino que cuidamos el marco para que sean los propios niños los que decidan en cada momento, siguiendo su proceso de búsqueda. De esta manera, el Juego es profundo, se produce de dentro hacia fuera y no al revés; los niños se muestran activos e interesados y apenas se generan conflictos.
El desarrollo motriz
El primer gran aprendizaje de los bebés tiene que ver con las conquistas espaciales y el movimiento. Nuestro trabajo en este aspecto parte de las enseñanzas de dos grandes renovadoras pedagógicas como Emmi Pikler y Elfriede Hegstenberg y sobretodo, de Ute Strub, alumna directa de las dos últimas y con la cual nos hemos formado y nos inspira.
Las tres trabajaron de manera constante y profunda durante muchos años con bebés y todas sus enseñanzas e investigaciones pueden resumirse en una premisa: el desarrollo motor de los bebés se produce de manera espontánea, no necesita del adiestramiento por parte del adulto. Cada pequeño lo lleva a cabo de manera programada y personal, a su tiempo y ritmo, siempre y cuando estos se respeten.
Creemos que este primer aprendizaje es un patrón de vida para el resto de conquistas a lo largo de nuestra existencia; si se produce de manera armónica y en libertad, la confianza y la seguridad se convierten en compañeras inseparables de los niños y niñas en todas las etapas de su crecimiento.
El Nidal está dotado de material especialmente diseñado para favorecer las
diferentes etapas motrices de los bebés en sus distintas edades.
“Lo esencial es que el niño descubra por sí mismo el máximo de cosas posibles. Si le ayudamos a solucionar todas sus tareas, le quitamos justamente aquello que es lo más importante para su desarrollo mental. El niño que logra algo por medio de experimentos autónomos adquiere conocimientos completamente distintos a los de un niño a quien se le ofrece previamente la solución”
Emmi Pikler