DEL TEATRO AL JUEGO IMAGINARIO: TRANSFORMAR, REVELAR, JUGAR.
“El niño se siente hijo del cosmos cuando la sociedad le deja en paz. Y es así como en sus soledades y desde el momento en que es amo de su ensueño, el niño descubre el gozo de soñar que constituirá más tarde la dicha de los poetas.”
Gaston Bachelard.
Education is concerned with individuals; drama is concerned with the individuality of individuals, with the uniqueness of each human essence.”
Peter Slade
Hace veinticinco años comencé a hacer teatro con niños y jóvenes. Durante la mayor parte de ese tiempo, trabajando intensamente con varias generaciones de niños y niñas, llevamos adelante proyectos escénicos verdaderamente sorprendentes, cientos de historias en las que volcamos montones de ideas originales, fruto de su desbordante capacidad imaginativa.
Mi concepción de la escena (multidisciplinar, abierta, alejada de formatos convencionales) me permitió, al trabajar con jóvenes y niños, poner el foco en el contenido (las personas y su imaginario) y trasmitir la idea de que en un escenario todo es posible, sólo es necesario encontrar la manera más audaz y sincera de realizar aquello que imaginamos.
Con el paso del tiempo, he ido entendiendo que el Teatro es un traje que se le queda verdaderamente pequeño al prodigioso tesoro imaginativo de los niños y niñas. He ido dejando de lado las herramientas artísticas para poner en valor lo que para mi es ahora lo más importante de éste trabajo, llámese teatro, drama, escena o como yo lo he bautizado, Juego Imaginario:
La imaginación de un niño es un verdadero crisol de historias, vivencias, fantasías, miedos, realidades, sueños, inquietudes… En ella está todo aquello que el niño vive y observa; el mundo es muy grande y complejo y la imaginación y el Juego Imaginario son las herramientas imprescindibles para descodificarlo y asimilarlo. Para encontrar formatos de relación y expresión.
Cuidar ese tesoro es, para mi, el objetivo de IMAGINA. El Juego Imaginario se produce casi de manera espontánea y sucede (debe suceder, en mi opinión) de dentro hacia afuera, es decir, a diferencia de una actividad teatral “al uso”, no soy yo el que propone y dirige; mi cometido en IMAGINA, es crear las condiciones para que el Juego Imaginario suceda de la manera más fluida y profunda.
Cuando se generan unas condiciones de respeto, confianza y escucha; cuando se dota del material adecuado, útiles mediante los cuales los niños puedan llevar a cabo sus historias, construir sus mundos; cuando se cimienta un ambiente de complicidad en el que las ideas se comparten y respetan como si todas fueran propias; cuando, a través del lenguaje (hablado, escrito, corporal…), respetando la personal manera de cada uno de utilizarlo, cada niño y cada niña tiene la oportunidad de expresarse con libertad y sentir que su pensamiento imaginario se convierte en el protagonista; cuando todo esto sucede, entonces el Juego Imaginario aparece en toda su plenitud y se convierte en una manifestación auténtica, sincera y gozosa del alma de cada niño y cada niña.
Se crean historias. Nacen personajes. Suceden acontecimientos extraordinarios: viajes, luchas, nacimientos, muertes, aventuras. Se levantan castillos, hogares, templos. Hay monstruos, animales salvajes y otros maravillosos. Hay vehículos que nos trasportan a lugares asombrosos. Soy un héroe, soy un villano. Soy una guerrera, un hada, un príncipe, un marciano. Soy un león que protege a sus cachorros. Una exploradora,un ser invisible, un fantasma… Sobrevivimos a un terremoto, a un naufragio, llegamos a una isla desierta…
No conozco ninguna persona que no disponga de un mundo imaginario propio y genuino. Otra cosa es que la realidad lo silencie u oculte. Sin embargo, creo que muchos de los trastornos de nuestra sociedad pasan por la ocultación de la realidad simbólica (personal y colectiva) de nuestro imaginario que, contrariamente a lo que suele pensarse, es la piedra angular de nuestra realidad y nuestra capacidad para entenderla.
Dar espacio y tiempo a la imaginación, sin juzgarla o dirigirla, es la posibilidad para mantener una saludable vida interior, tanto en la infancia como de adultos.
“No cesaremos en la exploración
y el fin de todo nuestro explorar
será llegar a donde empezamos
y conocer el lugar por primera vez.”
T.S. Eliot
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